Los perros como aliados de los niños en los procesos judiciales: "lo primero y lo último que verán será al perro de terapia"

Dos de los perros utilizados en los juzgados para aliviar la tensión en los menores.
Dos de los perros utilizados en los juzgados para aliviar la tensión en los menores.
JUAN BARBOSA / PURINA
Dos de los perros utilizados en los juzgados para aliviar la tensión en los menores.

Los perros, además de aportarnos compañía y felicidad, son animales capaces de beneficiarnos en muchos sentidos. El vínculo que las personas establecemos con los canes es en muchas ocasiones muy positivo, no solo a nivel individual, si no también a nivel de sociedad. Ejemplo de ello es el proyecto Courthouse Dogs Research de Dogtor Animal (finalista en 2020 de los premios BetterWithPets de Purina), que lleva los perros a los juzgados para apoyar a los más pequeños durante las entrevistas forenses.

La idea de llevar a cabo este proyecto viene de los Estados Unidos, donde Vanessa Carral, codirectora de Dogtor Animal, vio por primera vez la utilización de perros como herramienta de apoyo a los más menores. "En mis años de juventud yo trabajaba como psicóloga de emergencias en la Policía Nacional y, ya entonces me di cuenta de la carencia que hay en el trato con menores dentro de los procesos judiciales. No se tiene en cuenta que, por el momento evolutivo en el que se encuentran, tienen unas necesidades muy específicas y diferentes a las de los adultos", cuenta la codirectora.

La actuación de los perros en los procesos judiciales

Con este proyecto, Carral pretende que el paso por los juzgados de los más pequeños sea algo menos agresivo y más positivo, algo que beneficiará a la hora de obtener respuestas en las entrevistas forenses y que, además, ayudará a los menores a tener un recuerdo más positivo. 

"Hay una base científica en todo esto y es que nuestra memoria funciona en base al efecto de primacía y recencia, es decir, nos acordamos mejor de lo que nos pasa al principio y al final de una situación", explica la psicóloga. "Es por eso que cuando un menor va al juzgado, lo primero y lo último que verá será al perro de terapia".

Con este proyecto, se pretende que los niños se sientan seguros y más tranquilos ya que, el hecho de que un menor cuente con el acompañamiento de un animal entrenado, le aporta multitud de cosas positivas. "Los perros ayudan a que los niños perciban los juzgados de manera positiva y a crear un recuerdo positivo al terminar su paso por el juzgado", asegura Carral.

"Nosotros dividimos la entrevista en cuatro fases: la llegada al juzgado, donde el niño se encuentra con la sorpresa de que va a estar con un perro durante su paso por allí, es un momento en el que el perro es un agente activo que se deja tocar e interactúa con el menor; el camino a la entrevista, donde le damos la correa al niño para que no sienta que esté solo e identifique al perro como su acompañante; el momento de la entrevista, donde el perro pasa a ser un agente pasivo y simplemente se deja tocar, ofreciendo sensaciones cálidas y suaves (de hecho, tocar al animal les reduce mucho la ansiedad a los niños); y por último, la despedida, donde el perro vuelve a interactuar con el menor para afianzar ese recuerdo positivo tras la experiencia", detalla la psicóloga.

Los estudios realizados por Purina sobre la eficacia del uso de los perros en este tipo de situaciones apuntan a que éstos generan un efecto protector y de gestión emocional en los menores. "Muchos menores que testifican se sienten solos y encuentran en el perro una figura protectora, muchos se llegan a colocar incluso detrás suyo, como si de un escudo se tratase. También, protegen mucho del desbordamiento emocional, cuando no hay un perro con ellos en muchos casos rompen a llorar y, hemos comprobado que con los animales, el llanto está menos presente en los testimonios", afirma Carral.

Cómo son los perros de intervenciones

Para que estos tratamientos sean efectivos, hay que seleccionar a los perros que mejor se adapten a este tipo de labores. "Empezando por su aspecto físico, el cual debe ser agradable para el niño, con un color de pelo dulce y textura suave; así como el tamaño medio para que sean más manipulables y accesibles físicamente", explican desde Purina.

"Asimismo, la raza del animal no debe ser una en concreto, ya que la selección de este se hace en base a la personalidad de cada animal, a pesar de que hay que tener en cuenta que algunos tipos de perros se adaptan más a esta clase de tareas debido a su genética", añaden.

En cuanto a la personalidad, "el perro debe ser emocionalmente estable y no debe presentar ningún tipo de comportamiento, debe estar abierto a sociabilizar con otros perros y personas". También hay que tener en cuenta el nivel de sensibilidad del can, es decir, el grado de respuesta que este tiene frente a un estímulo debe ser de intensidad media a nivel mental, y media-baja en el caso corporal, tal y como detallan desde Purina.

Inés López
Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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